Uniéndose a Siva

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Chintana Bhava

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La Naturaleza del Pensamiento

Cuando el prana de la respiración es contenido adentro y no es exhalado, los pensamientos, también son contenidos allí, y el Señor no te dejará.

Tirumantiram 586

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El místico tiene por objeto observar la mente pensar, comprender y controlar el poder del pensamiento, que no es diferente de la materia o la energía. Aquí vemos pensamiento interno de un devoto evolucionar de la luz sin forma de la mente en una imagen borrosa, y finalmente en una visión clara del Señor Hanuman.

 

Lunes
LECCIÓN 204
Pensamiento y Conciencia

El místico, durante los estadios preliminares, trata diligentemente a través del sadhana de extraer la toma de conciencia del área pensante de la mente, mientras que simultáneamente trata de percibir sin pensar en lo que ha percibido. Es la visión de conjunto de lo que ha sido percibido, lo que el místico trata de asir superconscientemente en una serie de destellos. El sabe bien que el pensar es el estrato más externo. El místico, a través de todo momento de vigilia e incluso durante el sueño, se empeña constantemente en fortalecer su observación aguda a través de la percepción de la visión de conjunto del estrato de pensamiento, en vez de pensar en ello. Mi guru decía a menudo, "Existe una silla en el tope. Siéntate en ella y mira al mundo desde esa perspectiva." El místico está constantemente sentado en esta silla, mirando a la mente desde el umbral del Absoluto.

Son las emociones más bajas, las que cuando estimuladas, llevan la toma de conciencia desde las profundidades internas hacia el estrato de pensamiento de la mente, fortaleciendo así los sentimientos y emociones humanas con poderes de razonamiento y memoria. Por lo tanto, para aquellos no demasiado metidos en las trampas emocionales externas, ciertos sadhanas pueden ser realizados para regular estos impulsos instintivos. Cuando éstos son menos fuertes e impulsivos, uno tiene la sensación de poder controlar los propios pensamientos. Luego, si el sadhana continúa, se siente la sensación de que la toma de conciencia viaja entre estos pensamientos, y más tarde, tiene lugar la percepción de estar suspendido por sobre el pensamiento, mirando al estrato de pensamiento o a una porción de este.

Para dar un ejemplo del estado de pensamiento, y del estado más profundo de no pensar pero percibir pensamientos, imagínate estar sentado frente a un aparato de televisión. El aparato no ha sido encendido, y tú estás pensando acerca de distintas cosas que te involucran personalmente, y deseas distraer tu toma de conciencia de ellas, mirando un programa de televisión. Cuando te vuelcas al programa, sentado al otro extremo de la habitación del aparato de televisión, tienes la sensación de percibir los pensamientos, estados de ánimo y emociones del programa, sin necesariamente pensar. Tú percibes. En forma similar, el místico puede ser llamado el observador de la obra de la vida, ya que él está más profundamente identificado con su profundidad interior, que con el estrato de pensamiento y las estructuras que él percibe.

El místico vive en un estado similar al de un niño, ya que el niño no piensa, pero percibe. Este por supuesto reacciona emocionalmente a algunas de sus percepciones, pero solamente cuando llega a los doce o catorce años de edad, es que comienza a entrar en el estrato de pensamiento de la mente. El místico llega deliberadamente al estado del niño, a través de sadhana, y por supuesto ha despertado en si mismo la facilidad de ir a las sucesivas áreas de conciencia aún más refinadas.

El concepto total de crear un pensamiento, o de pensamientos de la mente que ya existen, o de pensamientos y conceptos siendo desintegrados o siendo destruidos porque no son usados más, depende completamente de la naturaleza del sadhana del místico. Existen cuatro diferentes perspectivas para mirar a la mente desde el interior de uno mismo. En el lenguaje Shum, estas cuatro perspectivas se llaman shumef, moolef, simnef y defee. Y por supuesto muchas combinaciones de estas perspectivas pueden ser usadas y han sido usadas, originando los varios puntos de vista filosóficos y metafísicos que conocemos hoy día. Cómo el pensamiento es visto dentro de la mente de uno, depende totalmente de la posición del estado individual de toma de conciencia de uno. Esto a su vez depende del sadhana previo que fue realizado.

Martes
LECCIÓN 205
Pensamiento y Manifestación

Pensamiento y materia son sinónimos. Simplemente deben ser vistos de esta manera para ser comprendidos como tales. Desde el área externa de la mente, la materia parece estar separada del pensamiento. Sin embargo, desde la perspectiva central e interna del místico, pensamiento, energía y materia son uno. Las cosas y las formas son y han sido manifestaciones de conglomerados de pensamiento a través de las épocas. Y por supuesto, cuando consideras materia animada e inanimada con tus propias facultades, ellas son reducidas inmediatamente a pensamiento. Esta es la forma en que un místico que ha alcanzado la Realización del Ser lo ve. El también sabe que el pensamiento es de una naturaleza aparentemente más permanente que los objetos animados e inanimados que parecen cambiar bastante rápidamente.

Por lo tanto, tenemos ahora la hipótesis de que pensamiento, energía y forma manifiesta son uno y lo mismo, solamente vistos diferentes por la persona que no es iluminada. Por lo tanto debemos convenir en que en el mismo instante en que pensamos acerca de cualquier segmento de forma manifiesta, estamos simplemente moviendo la toma de conciencia individual hacia el éter sutil de la mente donde la forma existe en estado no-manifiesto. Con "no-manifiesto" quiero significar que no tiene dimensión física, forma o densidad. Por consiguiente, si la materia no fuera pensamiento, ¿cómo podría ser reducida a pensamiento? Esto nos lleva a otra visión de forma, pensamiento y energía, y esta es la de la energía que impregna todo, la base de toda forma y pensamiento, la sustancia original de la mente – manifestaciones internas y externas de la forma. Si esta fuera eliminada, no habría forma ni pensamiento – ya sea interior o exterior. La toma de conciencia individual del ser humano es de la naturaleza de esta energía actínica del universo que todo lo impregna. Digo "de la naturaleza de" porque tiene también muchas otras cualidades, siendo un puente entre la visión de la forma y la ausencia de forma.

Existen varios estratos de pensamiento, y entre estos, el más obvio es por supuesto, el que normalmente denominamos pensante. El estrato del plano astral de la motivación del pensamiento, debido a que es de naturaleza más refinada, y por lo tanto más permanente, precede a todo pensamiento exteriorizado. No nos damos cuenta de éste, hasta que comenzamos a meditar con frecuencia, habiendo perfeccionado la concentración y la meditación. Sin embargo, existe aún otra área del pensamiento, que puede ser vista desde la quinta dimensión de la mente, y aquí vemos la forma en todas sus facetas de manifestación desde un punto en el espacio y tiempo interior. Podemos ver al futuro y al pasado, viendo un objeto singular y ver el cambio en manifestación, como nuevos cuadros individuales en una película, cada uno de ellos apenas un poco diferente del otro. Esto realmente debe ser experimentado para ser creído – que todas las facetas de manifestación y que todas las diversas y variadas formas del universo existen en el gran círculo de la vida. Por lo tanto podemos concluir que es ese punto en tiempo y espacio donde nuestra toma de conciencia reside el que nos encajona a ver sólo un cuadro por vez en este círculo de la creación, preservación y disolución de la forma, que conduce a la creación de la misma forma de nuevo.

El místico, una vez que reconoce su punto particular en tiempo y espacio, puede viajar alrededor de este círculo de vida a voluntad, siendo su control el sadhana previo, bien llevado a cabo durante los primeros años de su desarrollo.

Miércoles
LECCIÓN 206
Toma de Conciencia Exteriorizada

Cuando te concentras en la flor, uno de los sadhanas que te fue dado, y cuando la toma de conciencia se mantiene firme y sólo la flor existe dentro de la mente, así como fuera de tu cuerpo, puede comenzar la observación detallada y el escrutinio de la flor. Un destello intuitivo traerá el conocimiento del ciclo completo de esta forma particular en todas sus facetas de manifestación. Este destello intuitivo llega a aquellos que están apenas comenzando el proceso de meditación. Más tarde el proceso puede ser desacelerado y mantenido. No podemos ser imaginativos o fantasear aquí, ya que sólo a través de ponernos en tono con el área particular en tiempo y espacio, puede uno comenzar a contemplar el futuro y el pasado en relación con ella.

Viviendo en el área externa de la mente, parece como si los pensamientos estuvieran siempre cambiando. Nuevos conceptos llegan y los viejos conceptos se van, como pasa con las costumbres y sistemas de vida. Desde una perspectiva interna, es como viajar en tren, ver la campiña, los animales, la gente y los edificios pasar rápidamente. Todo parece estar cambiando, pero es simplemente que tú te hallas viajando a través del espacio. Así es también dentro de la mente. Viajas a través del espacio interior rápidamente o despaciosamente, dependiendo de la naturaleza de tu sadhana o de tu velocidad emocional natural. Es a través de mantenerse firme en esta perspectiva, que se puede alcanzar una ruta rápida hacia mayor iluminación. Si tú te mantienes en la perspectiva de que los pensamientos y las formas están siempre cambiando, tu toma de conciencia se atrapa a sí misma como la víctima en la minúscula conciencia en un vasto y cambiante conglomerado de sustancias mentales de prana. Tú has experimentado esto sin duda, ya que es la experiencia de aquellos que no han despertado al sendero interior.

Lo que debemos buscar ver es la energía que todo lo satura, y que impregna toda forma. No es necesario centralizarse en un pensamiento o secuencia de imágenes en vez de otras, para obtener esta nueva perspectiva, ya que en cierta forma, no podemos escalar hasta ella. Debemos dejarnos caer hacia ella yendo profundamente hacia dentro de la esencia de la mente e intuir la fuerza que todo lo impregna. Salimos de ese estado como una toma de conciencia pura, libre de estorbos, capaz de fluir y de enfocarse sin apegos en las acostumbradas áreas de la mente que forman lo que denominamos "nuestra vida," y a medida que nuevas cavidades de la mente se abren ante nuestra visión, fluimos hacia dentro y hacia fuera de ellas libres y sin ser estorbados por lo que vemos.

Jueves
LECCIÓN 207
Las Fuentes de Pensamiento

A veces los pensamientos que piensas no son tuyos. Tu toma de conciencia individual puede haber sido jalada inadvertidamente hacia el área de la mente en que alguna otra persona está tomando conciencia. Entonces, sin intención, puedes estar leyendo los pensamientos de otro como si fueran tuyos, y si son de una naturaleza que tú no apruebas, es posible que te desilusiones contigo mismo. Un discernimiento agudo debe ser siempre empleado por el aspirante en el sendero de modo de descifrar cuál es cuál. Esto es difícil, pero siempre debes examinar los pensamientos que aparecen de repente en tu cabeza y averiguar si ellos son en efecto tuyos o de otro.

Un esquema general que puedes seguir para distinguir tus pensamientos personales de aquellos de otra persona es el siguiente. Tan pronto como comienzas a preguntarte acerca de tu pensamiento con esto en mente, si los pensamientos son tuyos, continuarás pensando de la misma manera luego de que tu cuestionamiento a amainado. Sin embargo, si son de otro, a través del simple acto de cuestionarte si lo son o no, has movido la toma de conciencia del área de la mente en la cual están vibrando. Luego, cuando el cuestionamiento ha amainado, tú olvidarás ese curso de pensamiento, y continuarás con los tuyos. Sus pensamientos se desvanecerán de tu memoria de la misma manera que lo hacen los sueños cuando te despiertas por la mañana.

Con esto no se quiere inferir que debes cuestionar tu pensar cada minuto del día de la forma en que acabo de describir. Ya que, más que a menudo, con las personas que amas, así como con amigos y conocidos, tu quisieras siempre dejarte llevar hacia las áreas de la mente en las que ellos se encuentran, así como lo quieren ellos contigo. Es sólo en raras ocasiones, que pensamientos de una naturaleza desagradable, de naturaleza instintiva, especialmente sexuales, pueden militar en contra de tu sadhana. Mi consejo es que en vez de culparte a ti mismo, primero examina si esas fantasías son realmente de tu propiedad. Histeria colectiva y temor a un desastre nacional o mundial pueden ser captados por un individuo sensible, a veces sin saberlo. En este respecto, debemos estar alertas.

Existe un ermitaño Saivita, el venerable Markanduswami, que vive en una humilde cabaña de barro en Sri Lanka. El es muy anciano, y fue por muchos años un discípulo de Jnanaguru Yogaswami. En efecto, toda su declaración es una cita de su guru. Una tarde en su cabaña describió la forma en que Yogaswami manejaba el pensamiento durante la meditación. Dijo, "Yogaswami dijo, 'Realiza tu Ser por ti mismo. Tú quieres leer este libro, ese libro y todos estos libros. El libro de Conocimiento Infinito está aquí (señalando a su pecho). Mejor abre tu propio libro.' La descripción que él me dio para abrir ese libro es esta 'Cuando te hallas en meditación, tú observas la mente. La mente está saltando de un lado a otro. Uno, dos, tres, ... cien. En unos pocos segundos la mente va a cientos de lugares. Déjala. Y también observa muy atentamente. Esta mente está corriendo de un lado a otro. No olvides a tu Ser ni por un segundo. Déjala ir a cualquier lugar, pero si va a cien sitios, la debes seguir a los cien sitios. No te debes perder ni uno. Síguela y toma nota, Está yendo a aquí. Ahora va allí.' No debes perderte ni un solo sitio. Esa es la descripción que Satguru Yogaswami me dio para abrir el libro interior. El dijo, 'Observa atentamente y aprende a captar las cosas que vienen del interior. Esos mensajes son muy valiosos. Son invaluables. Realiza tu Ser por ti mismo y abre tu libro interior. ¿Por qué no abres tu propio libro? ¿Por qué no lo usas? ¡Que sendero tan sencillo te estoy recomendando!'"

Viernes
LECCIÓN 208
Siendo el Observador

Podemos ver que desde el punto de vista del místico, él es el observador. Y así como el espejo no pierde el color debido a aquello que refleja, así es el místico en su estado perfeccionado. Tu estado perfeccionado, también, como el observador, está exactamente allí, profundamente dentro tuyo. La próxima vez que te sientes a meditar, sigue el consejo que nos dio a todos mi guru y sé el espectador de tus pensamientos. Sé esa toma de conciencia estacionaria manteniendo la forma en su misma perfección. Todo lo que tienes que hacer es observar a tu mente pensar. Entonces y sólo entonces, tú experimentas tu estado perfecto de ser interno. La única diferencia entre el jnani y el novicio es que el jnani se queda allí como el observador por un tiempo más prolongado, mientras que el novicio experimenta esto momentáneamente en una u otra ocasión.

Este es el resultado de la gran abundancia de tu sadhana, y como el observador, una vez estabilizado dentro de esta nueva plataforma, un nuevo principio se inicia. Existe mucha preparación que tú puedes llevar a cabo para obtener este estado prolongado en forma más rápida. Existen cosas que debes hacer y cosas que no debes hacer que tienes que tener en cuenta y obedecer explícitamente. Regula tu inhalación respiratoria de modo que lleve el mismo número de cuentas que tu exhalación, y siente la dicha de tu cuerpo a medida que se relaja y se armoniza. No permitas complacencias en fantasías sexuales ni siquiera por un instante. Corrige tu dieta a una de alimentos sattvic que crecen sobre el suelo. No permitas discusiones mentales ni contigo ni con ningún otro.

Estos cuatro consejos son la fórmula básica para limpiar la escoria de la mente así como del subconsciente , no poniendo más en ellos. Con seguridad, los resultados serán debilitados si el aspirante medita en la mañana, se involucra en discusiones mentales por la tarde y en fantasías sexuales antes de ir a dormir, o en cualquier otro momento. Su disciplina yoga entonces simplemente reforzará sus fantasías y sus repercusiones, así como la excitación de una discusión mental. Por consiguiente, sacando del camino estas dos enormes barreras, el sendero está despejado, el sadhana es más sencillo de manejar y los resultados se acumulan.

Al comienzo de tu práctica de descifrar la naturaleza de la toma de conciencia y no la naturaleza del pensamiento – que debe ser hecho satisfactoriamente antes de que la toma de conciencia pueda ser realmente liberada – evita criticar a ti mismo o a otros a medida que comienzas a observar las muchas cosas en las que has estado pensando todos estos años. Ya que es un hecho que una vez que eres capaz de observar tus propios pensamientos aunque más no sea un poquito – aunque te puedas sentir desdichado con muchos de esos pensamientos ya que no se ajustan a la nueva filosofía y visión a la que aprecias y en la que has volcado tu interés, y aunque puedas aborrecer algunos pensamientos y actitudes – tú ya estás separado de ellos de alguna manera. Entonces, no empeores las cosas criticándote por el pensamiento y las estructuras de hábito mentales que estás observando. Esto puede causar tensión en el sistema nervioso y trabajar directamente en contra del pranayama que puedas estar practicando, y anular los resultados. En vez, declárate el observador en este estadio inicial y obedece las cosas que debes hacer y que no debes hacer que te acabo de mencionar. Hermosos pensamientos filosóficos y sentimientos refinados llenarán y tomarán el lugar de minutos u horas previamente usados en discusiones mentales o fantasías instintivas.

Sábado
LECCIÓN 209
Buscando Una Nueva Perspectiva

En la perspectiva filosófica-teológica de la mente que denomino moolef, vemos pensamientos como viajando de uno a otro. Esto es lo que aparentan hacer, desde un punto de vista. Ellos no sólo viajan de una persona a otra, sino que se los ve pasar rápidamente frente a nuestra visión, demandando y comandando a nuestra toma de conciencia a viajar con ellos. Estamos entonces enfrentados con la tediosa tarea de aquietar la mente esforzándonos por controlar estos pensamientos. A través del control de la respiración y varias formas de comprensión previas, que se van acumulando a medida que nos mantenemos llevando a cabo nuestro sadhana, la perspectiva mística profunda que llamo shumef, sitúa rápidamente la toma de conciencia individual suficientemente profundo dentro nuestro, donde no es perturbada por altibajos emocionales o físicos ni por tangentes intelectuales, de manera que el mundo del pensamiento puede ser visto como estacionario, y que la toma de conciencia es la que se mueve de pensamiento a pensamiento explorando y registrando lo que ve. Esta, como he mencionado antes, es la perspectiva que se debe buscar y que se debe obtener a través de llevar a cabo el sadhana.

El mantenerse en un lugar en las profundidades internas de la mente, completamente consciente de estar en ese lugar al mismo tiempo que consciente de lo que sucede a tu alrededor, es el estado que debes obtener y mantener a lo largo de tu vida. Siendo el observador, la ignorancia se disipa, la emoción se calma y la estampida presagiante de la excitación se domina. Siendo el observador, la visión global de la vida es precisa, y se mantiene un balance entre el interior y el exterior.

Durante el transcurso de esta práctica, puedes sentirte completamente apartado de lo que habías creído que eran las realidades de la vida. Siempre se debe recordar que ha ocurrido una insatisfacción inicial que obligó a iniciar la búsqueda hacia adentro. Fue esta insatisfacción la que primeramente estableció conscientemente el estado interno, profundo, de poder observar a tu mente pensar y a las experiencias ocurrir. Pero este estado, una vez que se obtiene, no es fácil de mantener. Se necesita práctica para dar confianza y aceptar las nuevas estructuras de hábito en los dominios externos de la expresión diaria. La práctica es el constante jalar la toma de conciencia hacia adentro y desde allí, desde ese punto central, mirar hacia fuera, a la mente. Unicamente llevando a cabo esta acción una y otra vez el éxito llega y se establece.

Si nunca has experimentado observar a tu mente pensar, a tus emociones jugar, observar a tu cuerpo moverse mientras vives dentro de él, entonces puedes encontrar difícil el concebir este estado de permanencia perpetua profundamente dentro en un punto central.

Como debemos comenzar por algún lugar, comencemos con el cuerpo. Los ojos observan las manos en acción, y al mismo tiempo podemos pensar acerca de las manos. También, en un paso más profundo, es posible pensar acerca de los ojos y observar hacia adentro el mecanismo de la vista, los ojos, los ojos viendo a las manos, los pensamientos acerca de las manos, ojos y vista. Este "tú" es el observador, el testigo – el estado en que el místico se halla conscientemente consciente. Es posible volverse consciente en este estado a través de esta simple práctica, por cortos períodos de tiempo, y una vez que has comprendido el principio involucrado, el éxito es seguro.

Domingo
LECCIÓN 210
Vuélvete el Observador

Debemos darnos cuenta que esto es simplemente volver a despertar la conciencia a un estado natural, y que no existe nada místico, difícil o interno que tenga que acontecer para mantener simultáneamente la toma de conciencia del interior y del exterior desde un punto central de la mente. Es sólo debido a que uno no está acostumbrado a pensar de esta manera, que puede parecer difícil. Pero los niños pequeños están en este estado una gran cantidad de tiempo, y es muy natural para ellos.

Yo describiré los estadios iniciales del observar a la mente pensar de manera similar a sentarse tranquilamente, con los ojos abiertos y sin pensar en nada en particular, mirar a tu alrededor – sintiendo todo el tiempo algo como un vacío en tu interior, pero viendo lo que está frente a ti, a tu izquierda, a tu derecha, por sobre ti y por debajo, y sabiendo lo que cada objeto es, pero sin pensar acerca de cualquier objeto o colección de objetos. Tos ojos están viendo, quien vive detrás de ellos es el observador. Los objetos que la mente percibe, son similares a los pensamientos.

Cuando cierras tus ojos y comienzas a pensar acerca de los objetos que has estado mirando, duplicando tu alrededor en la mente creando imágenes de pensamiento de esos objetos, hay un "tú" más profundo, que es el observador de esos pensamientos. Esto lo puedes practicar a lo largo de todo el día en casi cualquier lugar que te halles. No demanda ninguna práctica ni destreza particular. Puede ser hecho en cualquier momento. Estás simplemente volviéndote consciente del proceso natural de la toma de conciencia, de la conciencia y del pensamiento, que han tenido lugar día tras día a lo largo de toda tu vida hasta este momento.

Cada vez que practiques el ser el observador, empleando el método que acabo de describir, tan pronto como empieces a tener éxito, recibirás inmediatamente el impacto de realización de cuán comprometido en la mente externa has estado entre los períodos de práctica. Encontrarás que cuanto más practiques regularmente, en forma creciente, más frecuentemente recordarás continuar con tu "observación" en el medio de tu vida diaria - mientras viajas en un medio de transporte, mientras hablas con personas, haciendo compras en tiendas abarrotadas de gente, incluso en el medio de un desacuerdo o en la cumbre de un flujo creativo. "Tú", el observador, presidirá, y al hacerlo traerá esa presencia interna tan necesaria para una vida fructífera y completa.

Con esto presente, siéntete animado, ya que debemos recordar que lo que parece ser la tendencia cultural de este siglo, es el compromiso total en las cosas externas de la mente. Por lo tanto, puede tomarte unos años el cambiar este patrón. No es fácil enviar la toma de conciencia vertiginosamente hacia adentro a su base, cuando el resto del mundo está zambulléndose en la otra dirección. Si en el comienzo, simplemente eres capaz de observar a la mente pensar y a los ojos ver, unos pocos minutos por día, eso es suficiente, en tanto la práctica sea regular y continua, día tras día.

Otros tipos de práctica previamente descriptos en el sadhana de este libro, reforzarán esta habilidad e incrementarán tu capacidad de mantener ese balance entre lo interno y lo externo, si se lleva a cabo con regularidad. Este estudio intrincado de la toma de conciencia estable versus pensamiento fluctuante puede ser seguido únicamente tomando el enfoque lento y a veces arduo, no entusiasmándose en demasía ante los logros ni descorazonándose por las fallas.